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FOTÓGRAFO DE ALIMENTOS (GASTRONOMÍA)

La finalidad en la fotografía de alimentos es crear imágenes capaces de desatar un efecto “pauloviano”, con la consecuente secreción de jugos gástricos en el estómago de quien las mire. A partir de ahí, surge el deseo de consumir los platos o productos recreados en esas imágenes. 

Por la diversidad de formas, texturas y colores, la gastronomía sea quizás (junto a la fotografía de joyas), la modalidad de “bodegones” (también llamada “naturaleza muerta”) que más me complace hacer.

Casualmente, ambas acepciones parecen acoplarse respectivamente a estos dos apartados de la fotografía, pues mientras la materia de un utensilio, herramienta, u objeto (anillos, broches, collares, cerámicas…) es estática e inalterable, la composición de los alimentos es orgánica y variable. Dicho de otra manera: una pulsera no modifica sus hechuras a lo largo de los días, mientras que una ensalada, un guiso o cualquier otro alimento –natural o cocinado– alteran su forma, su color, su textura, su sabor (y, ¡hasta su salubridad!), según transcurren los minutos (el soufflé cambia su altura y su prestancia tras los primeros 20 segundos transcurridos desde su salida del horno)

Estas particularidades obligan al fotógrafo de gastronomía a trabajar con toda una salvilla en la que ubicar el aceite, junto a toda una selección de especias, brochas, pinceles, espátulas y demás accesorios para aumentar los brillos o la cromaticidad de los platos una vez quedan servidos. 

Dependiendo de las características de cada plato, es conveniente organizar todo un esquema de iluminación, con varias fuentes de luz, cuya intensidad ha de ser minuciosamente medida por separado con el fin de crear relieves y formas que sirvan para acentuar las texturas de los ingredientes, que finalmente incidirán de forma subliminal en el subconsciente del observador (el cliente). 

En una estimulante conjunción, el fotógrafo de alimentos comparte con el “Jefe de los fogones” la decoración de sus platos y las labores de estilismo.

A diferencia de los alimentos envasados (que pueden trasladarse al estudio sin sufrir modificaciones en su presentación) los productos elaborados en cocina, hay que fotografiarlos en el propio restaurante, a donde desplazamos todo un equipo de herramientas (luces, trípodes, pantallas reflectoras… etc.) 

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